Los requisitos de un espacio de trabajo flexible moderno van más allá de una simple oficina, centrándose en la privacidad, seguridad, flexibilidad, adaptabilidad y optimización del diseño. Un coworking debe maximizar el uso del espacio para generar rentabilidad, priorizando oficinas privadas y grandes áreas comunes multifuncionales. Elementos como la climatización, aislamiento acústico y control de acceso son fundamentales para el confort y seguridad. También es importante elegir un estilo de diseño que soporte el paso del tiempo y no predomine sobre la imagen corporativa de los clientes, así como garantizar una operativa eficiente que minimice el mantenimiento y asegure la funcionalidad del espacio.
*Ilustración: Raúl Benedito