Hace ya medio año me invitaron a participar como speaker en la Cumbre Latinoamericana de Coworking 2019 que tuvo lugar la semana pasada en Valparaíso, Chile.

Valparaíso, Chile
Las primeras ediciones siempre tienen una química especial y este caso no fue una excepción. Poder asistir, y compartir mi experiencia como consultor global en una región a la que, para que negarlo, le estoy tomando un cariño especial, más teniendo en cuenta que el estado del coworking en Chile tiene unas características que me recuerda al coworking en España, fue sin duda un privilegio.
Latinoamérica no experimenta la espectacular velocidad de Asia, pero a cambio ofrece un continente en el que una herencia y un idioma común aglutina a multitud de países, cada uno con su idiosincrasia, desarrollo y velocidad pero todos con enorme potencial.
Realizar una conferencia en una ciudad pequeña, lejos de la capital hace que todos los y las asistentes se unan más. En este caso una organización que cuidó tanto de los actos de la conferencia como de las actividades sociales alrededor de ella hizo que esta sensación se magnificara.
Si dejamos de lado la experiencia y nos centramos en el contenido de la misma destacaría:
• La presentación de Luis Perez de Instant Group quién con la perspectiva que les proporciona su plataforma Instant Offices evangelizó sobre el futuro en el mercado inmobiliario en toda América Latina. Aunque los distintos mercados de latam presentan distintos niveles de desarrollo está claro que, como ha ocurrido en Norteamérica, Europa y Asia estos mercados están en un proceso de transición del mercado inmobiliario tradicional a modelos de trabajo flexible.

Luis Pérez de Instant Group (a la derecha de la Imagen)
• Rafael Valek, en una presentación extraordinaria, compartió datos, características y estrategias para gestionar leads y comercializar estos espacios. La presentación de Rafael, podría considerarse la materialización de la Luis Pérez, ya que, de manera práctica, mostró la realidad de lo que hoy un operador de coworking, que ha evolucionado a un operador de espacio de trabajo flexible, puede hacer cuando se desarrolla. Sinergia, el proyecto al que Rafa es un fantástico ejemplo de lo que, con visión, imaginación, una gran dosis de sentido común y un poco de descaro, se puede llegar a desarrollar. Sinergia es a día de hoy el operador que domina el mercado de espacio de trabajo flexible en Montevideo, Uruguay con mas de 30000m2 cuando el resto de sus competidores disponen, entre todos, de algo más de 2000m2.

Rafael Valek
• Martín Orlando y Javier García representando a dos proyectos tan distintos como La Maquinita en Argentina y IOS Offices en México. Compartieron diferentes aspectos del negocio: Martín nos habló de cómo han construido una marca totalmente enfocada a millenials mientras que Javier compartió entre otras cosas, su compromiso con la calidad les ha llevado a cuidar de su mayor activo: sus empleados. De esta manera Javier y su hermano lideran la compañía sin miedo a endeudarse por la certeza de saber que las cosas están bien hechas.

Martín Orlando y el equipo de fundadores de La Maquinitaº
Por mi parte, el primer día bajo el título de Qué es (y que no es un) coworking? después de un repaso breve por la historia del coworking, definir coworking de una manera apta para todos los públicos, expliqué como surgió el flex work (espacios de trabajo flexible) y cómo la necesidad de contar con espacios representativos ha hecho que estos espacios tengan prioridades distintas a los espacios de coworking. Esta estrategia es, para muchos operadores, la respuesta a una situación de falta de rentabilidad que se prolonga hace ya demasiado.
Sin embargo, destaqué la importancia de desarrollar una comunidad y agregar valor añadido a los miembros y proyectos que habitan nuestros espacios sea cual sea nuestra categoría para evitar convertirnos en un commodity para nuestros clientes.

Martín Orlando | La Maquinita & Marc Navarro
El segundo día, teníamos una sorpresa para las personas que iban a asistir a mi taller Coworking Strategy ya que, en esta ocasión, Martín Orlando se sumó al taller para, entre los dos crear una sesión muy especial para los asistentes, los que por cierto, pese a tener un tentempié disponible, prácticamente ni se movieron de sus asientos 😉 Aunque he hecho este taller docenas de veces y no deja de sorprenderme como reaccionan las personas cuando les proporcionamos una visión más analítica de los factores claves para desarrollar un espacio de coworking, en este caso la generosidad de Martín, que se dejó embarcar en esta aventura tan sólo por la voluntad de ayudar con su experiencia a los asistentes creo marcó la diferencia.
Con los dos platos fuertes ya digeridos me quedaban por delante dos paneles que compartí con Gonzalo de Corfo para hablar de la situación del cowork (así llaman al coworking aquí) en Chile y el resto del mundo y otro que compartí con Luis Pérez para hablar del coworking del futuro. Empezamos por repasar la situación de lo que ocurre en coworking en Chile desde la perspectiva de Corto mientras yo ofrecía una visión internacional a los asistentes. En el segundo panel hablamos sobre el futuro del coworking y creo que merece la pena remarcar la especial atención que prestamos al apartado tecnológico, dividiendo las inversiones que los espacios deben afrontar en tres fases: comunicaciones, operacionales y métricas.
Disponer de una tecnología adecuada a nivel de comunicaciones en coworking es imprescindible a día de hoy: una ancho de banda decente que permita trabajar a los miembros, un sistema que priorice el tráfico de manera que garanticemos que aquellas actividades más críticas como una video-llamada se lleven a cabo mientras que la descarga de un archivo se pueda ralentizar para permitir que el tráfico esencial se lleve a cabo y una WiFi que literalmente vuele es esencial tanto para coworking como para espacios de trabajo flexible de otro modo continuaremos anclados a una mesa como lo estuvimos antes de la proliferación de ordenadores portátiles y la falta de tecnologías inalámbricas.
Toda tecnología que nos permita optimizar las operaciones debemos implementarla una vez tengamos aseguradas las comunicaciones. Hacer la vida más fácil a nuestro personal, y permitirles concentrarse en aquello que importa: las personas es esencial. Por otro lado aquella tecnología que nos permita saber cómo se utiliza nuestro espacio y por tanto nos guíe en cómo optimizar los espacios actuales y diseñar mejor todos los espacios que vengan a continuación. En este sentido Cassandra Windels de Cobot hizo una presentación en la que nos habló de cómo un software de gestión y sus integraciones con otras plataformas nos pueden ayudar a liberarnos de trabajo automatizando aquellos procesos más tediosos. Me gustaría destacar que Cassandra, lejos de hacer un pitch de venta, no sólo aportó valor sino que mencionó a otros proveedores de software: por cosas como esta adoro este sector y me gusta trabajar con compañías como Cobot, para la que escribo, que comparte los valores fundacionales del coworking.
La tercera de las categorías tecnológicas que creo que debería implementarse son aquellas que permitan a los espacios conocer mejor como los miembros interacciones entre ellos, de modo que tengamos métricas objetivas del capital social del que dispone el espacio y entre muchas otras cosas nos ayude a gestionar y comercializar mejor los espacios flexibles del futuro.
No puedo concluir este artículo sin hacer una serie de rápidas menciones:
• A toda la organización Jaime, Cristóbal, Nicolás, Solange, voluntarios,… pero en especial a Camila y Gonzalo de Launch Cowork que cuidaron de todos los speakers de manera excepcional.
•Al resto de speakers que se unieron a mi iniciativa de regalar dos sesiones de una hora a dos asistentes: gracias a Martín Orlando, Rafael Valek, Javier García por vuestra solidaridad: Hoy el coworking es un poco más fuerte gracias a gestos como el vuestro.
• Y por último a los/las asistentes su espíritu, simpatía y ganas de compartir y aprender. Sois personas especiales y de la misma manera en que me gusta cerrar mis ponencias: recordar que aquello que hacemos marca la diferencia, lo que debemos preguntarnos es qué diferencia queremos marcar.
Recordad: tener el corazón en el cowork, y la cabeza en el flex work.