El pasado martes tuvimos la reedición de la Masterclass Coworking Strategy que imparto con Comunidad Coworking. Esta edición se celebró en The Garden Space en Madrid.
Una de las primeras cosas que me llamaron la atención fue la variedad de proyectos de coworking que las personas asistentes tenían en mente. A diferencia de la sesión de Barcelona los enfoques iniciales de cada propuesta eran muy distintos, y en algún caso suponían un auténtico reto.
Lo que yo buscaba en esta masterclass es que los asistentes salieran de ella con las ideas más claras, con el máximo de información posible sobre las decisiones que en breve deberán tomar y para que lo puedan hacer de forma consciente. Creo que ahora están un poco más cerca de construir el mejor coworking para la idea que tienen en la cabeza.
El proceso, creo, es un parecido a cuando diseñas algo. Existe un punto donde aquello que has creado es simplemente perfecto: luce maravilloso en la pantalla del ordenador, no tiene fallos, ni encajes, ni nada que lo embrutezca. Sin embargo es irreal. Después, empiezas a añadirle los detalles que harán que se pueda fabricar, y te odias por ello. Al cabo de unos días cuando estás casi al final de esta fase, tienes un producto que no sólo es bonito sino también real te vuelves a enamorar de él, porque al fin y al cabo, percibes que ahora es real.
Quizá estos días hayan experimentado sensaciones parecidas mientras le han estado dando vueltas a un montón de cosas que ni siquiera se les habían pasado por la cabeza. Quizá han reconsiderado otras que creían que debían ser de una determinada manera, pero en cualquier caso han iniciado un proceso de reflexión que ya no tiene vuelta atrás.